Resiliencia climática impulsada por personas: Plan Andaluz de Acción Climática
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24 Nov 2021
Andalucía ha anunciado el Plan Andaluz de Acción por el Clima (PAAC) (2021-2030) cuya misión es integrar el cambio climático en la planificación regional y local, para a la vez alinearlas con los planes del gobierno de España, el Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de París, y contribuir de esta manera a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la Agenda 2030 de Naciones Unidas. El PAAC incluye el proyecto Forjando Resiliencia en Andalucía, un capítulo del programa EIT Climate-KIC Deep Demonstration Resilient Regions, que aporta mucho a este proceso.
Debido a sus condiciones geográficas y climáticas, Andalucía es testigo del agravamiento de los impactos del cambio climático en su territorio. La región está experimentando un número creciente de sequías e incendios forestales, y olas de calor agobiantes durante los meses de verano. En septiembre, la región se vio afectada por destructivas inundaciones en la provincia de Huelva.
La mitigación y la adaptación al cambio climático han sido, por tanto, prioritaria para el Gobierno andaluz, y el 13 de octubre el Consejo de Gobierno aprobó el Plan Andaluz de Acción por el Clima 2030 (PAAC 2030).
Evaluación de riesgos para forjar la resiliencia
El proyecto Forjando Resiliencia en Andalucía, está co-financiado por EIT Climate-KIC y forma parte del programa Deep Demonstration Resilient Regions. El programa contribuyó al proceso PAAC 2030 mediante el desarrollo de talleres sectoriales y multisectoriales en 2020 que evaluaron colectivamente los diferentes riesgos climáticos en Andalucía, y co-diseñaron una cartera de acciones para la resiliencia y la adaptación.
Identificar los peligros, los impactos y las vulnerabilidades de los efectos del cambio climático en las zonas, y dar prioridad a los riesgos específicos que deben abordarse en los diferentes entornos regionales, es una parte fundamental del desarrollo de la resiliencia y, en última instancia, permitirá a las comunidades locales y regionales gestionar mejor los choques y las tensiones causadas por el cambio climático.
Se ha analizado los resultados de los talleres sectoriales y se han elaborado una serie de conclusiones preliminares, identificando las principales vulnerabilidades en función de la demanda y la disponibilidad de agua. La extracción de agua de los acuíferos, los pozos de extracción, las reservas de agua y la falta de agua se destacaron en el capítulo del PAAC centrado en la adaptación, que se basó en las conclusiones del taller. Otros riesgos mencionados fueron las lluvias intensas, el aumento del nivel del mar y la consiguiente erosión, y los fenómenos meteorológicos extremos como las inundaciones y las olas de calor, además de las repercusiones sociales potenciales de todos estos fenómenos, como el desempleo o la despoblación.
“Pero, dado que las vulnerabilidades difieren hasta en el nivel provincial, no se puede pasar por alto el aspecto local”, ha señalado María López Sanchís, de la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Junta de Andalucía.
“Nuestro proceso también ha identificado los peligros e impactos teniendo en cuenta las diferencias territoriales”, ha indicado López Sanchís. “Esto será más relevante en los diferentes programas operativos del PAAC, porque el plan insta a las diferentes áreas a incorporar la perspectiva territorial en las evaluaciones de riesgo y en la definición de las medidas de adaptación siempre que sea posible. Para construir una verdadera resiliencia, tenemos que considerar profundamente las diferencias geográficas y las características específicas que determinan la vulnerabilidad de la exposición de cada territorio a los peligros climáticos. Luego hay que hacer especial hincapié en los espacios más vulnerables”.
Hacia un mejor escenario climático en Andalucía
Sin embargo, el papel de los talleres no era sólo analizar los riesgos actuales, sino también mirar hacia adelante para ver cómo podría ser un escenario ideal para Andalucía. Esto significó identificar las palancas de cambio que hay que activar para conseguirlo y elaborar una hoja de ruta de opciones de innovación y prioridades de la cartera.
“Además de analizar la situación actual, hemos realizado un ejercicio para determinar el escenario ideal de cambio climático”, dijo López Sanchís. “Queremos mirar hacia el futuro e identificar las palancas de cambio que nos permitan definir los medios para conseguir una Andalucía más resiliente”. López Sanchís ha añadido que varias de las palancas identificadas para ayudar a Andalucía a alcanzar este objetivo están incluidas en el informe del PAAC, incluyendo la gestión de los ecosistemas y la planificación del uso del suelo, pero también las intervenciones impulsadas por las personas, como la educación y el cambio de comportamiento.
“En la construcción de esta visión, el compromiso de los ciudadanos es fundamental”, ha indicado López Sanchís. “A través de nuestros diferentes talleres online, llevamos a cabo un proceso de participación ciudadana alineado con la fase de consulta y exposición pública del Plan Andaluz de Acción Climática”.
La educación académica y no académica, así como el cambio de comportamiento, y las decisiones políticas, sociales, culturales y ecológicas se abordan en el nuevo plan climático, al igual que la promoción de estilos de vida sostenibles, lo que significa replantear nuestras formas de vida, cómo compramos y qué consumimos.
“La parte de las personas se reconoce como una de las “dimensiones de adaptación” necesarias para alcanzar los objetivos de adaptación fijados por el PAAC”, ha afirmado López Sanchís. “Para hacer frente al reto del cambio climático, y para construir la resiliencia y la adaptación, sí, tenemos que reconocer y analizar las amenazas, pero luego también tenemos que llevar a las comunidades enteras con nosotros mientras desarrollamos una hoja de ruta de la innovación que nos permitirá sobrevivir y prosperar. Sólo las personas pueden hacer realidad el PAAC”.