Madrid convierte las eco-ficciones en futuros ecológicos a través de innovación sistémica

Tres cuartas partes de los ciudadanos europeos -más de 400 millones de personas- viven en zonas urbanas, y estas cifras siguen aumentando. Esto hace que las ciudades de Europa sean un crisol cada vez más importante para las soluciones de emisiones bajas en carbono. Aquí, nos enteramos de una inusual alianza intersectorial en Madrid que está utilizando las artes creativas en un proyecto de descarbonización y resiliencia en toda la ciudad.

La capital española es una de las 15 ciudades que participan en el “Deep Demonstration” de Ciudades Limpias y Saludables, liderado por la EIT Climate-KIC, un proyecto que está creando un prototipo de modelo pionero de innovación sistémica programada. En el proyecto, los gobiernos de las ciudades actúan como “propietarios del desafío” para garantizar el apoyo a un ambicioso programa de transformación intersectorial. El proyecto también integra a diseñadores para ayudar a trazar un mapa de oportunidades para el cambio sistémico y para diseñar los puntos de palanca, que puede abarcar actuaciones a través de las finanzas, la educación, la participación ciudadana, la regulación o las artes creativas.

Reimaginando Madrid

En su espacio de trabajo del Centro Cultural Matadero en el centro de Madrid, Andrea Azuqueca está esbozando ideas en su cuaderno. A un lado tiene un libro sobre “transición eco-social” titulado Rutas sin Mapas y, al otro lado, una guía ilustrada del barrio madrileño de Usera. Andrea, de 26 años y recién licenciada en arquitectura, se encuentra en la fase inicial de investigación de una beca artística de tres meses. Su enfoque: trabajar junto a los residentes de Usera (coloquialmente conocido como el Barrio Chino de Madrid) para reinventar el barrio como un ejemplo de vida baja en carbono.

Madrid necesita urgentemente estos ejemplos y se enfrenta a veranos cada vez más calurosos, así como a un aumento de fenómenos meteorológicos extraños. Los desafíos climáticos de la ciudad se ven agravados por un entorno construido densamente poblado, unido a un tráfico cada vez más congestionado, espacios verdes limitados y el cauce de río Manzanares descuidado durante mucho tiempo.

Un indicador hacia un futuro más limpio y verde se puede encontrar en el actual plan climático de Madrid. Un documento ambicioso, el “Plan A” de 199 páginas, establece una visión para reducir las emisiones generales de carbono de la ciudad en un 40% para el año 2030.

Pero, ¿cómo se vería una ciudad así? ¿Y cómo podrían los madrileños llegar hasta allí? Azuqueca espera que estas dos preguntas despierten la imaginación de los habitantes de Usera sobre cómo podría ser el futuro. Basándose en su talento creativo, su trabajo es buscar la manera de dar vida a estas narraciones de ciencia ficción en una instalación artística dentro de la propia comunidad.

≪El objetivo de la instalación es ayudarnos a todos a visualizar mejor este futuro, que, junto con los debates y la discusión que se espera suscite, es el primer paso para ver ese futuro realizado≫, señala Azuqueca, que también actúa como portavoz del grupo de la campaña Rebelión por la Extinción.

Compañeros de cama inusuales, en una cama inusual: La colaboración intersectorial es clave

La instalación “Eco-ficciones” es una creación del Instituto Mutante de Narrativas Ambientales, un grupo artístico centrado en el medio ambiente con sede en Matadero. Participan en el capítulo de Madrid del proyecto el recientemente lanzado Deep Demonstration of Healthy Clean Cities de EIT Climate-KIC, junto con otros tres socios principales: el Ayuntamiento de Madrid, el operador de infraestructuras de transporte Ferrovial y la Universidad Politécnica de Madrid.

Amsterdam, Copenhague, Edimburgo, Cracovia, Krizevic, Lovaina, Malmö, Maribor, Milán, Niš, Orleans, Sarajevo, Skopje y Viena también forman parte de la fase piloto del ecosistema de Ciudades Limpias Saludables. Cada ciudad es diferente y cada ciudad está contribuyendo con ideas y enfoques novedosos dentro del mismo marco de Deep Demonstrations. Las ciudades compartirán experiencias e “inteligencia aplicable” para fomentar la réplica, la ampliación, la polinización cruzada y la velocidad. Es el comienzo del proyecto piloto (se inició formalmente a finales del año pasado), pero los cuatro participantes principales de Madrid no empezaron de cero. Ni mucho menos. De hecho la coalición intersectorial ya se había embarcado conjuntamente en un ambicioso enfoque altamente experimental para impulsar la innovación climática a partir de un enriquecedor proyecto de dos años de duración.

Un enfoque sistémico para abordar el cambio climático

Desde el principio, las antiguas formas jerárquicas de trabajo han sido eliminadas. Si la “plataforma” (como se llamaron inicialmente los socios) iba a acelerar la acción climática como se esperaba, todos tendrían que estar al mismo nivel.

≪Todos somos conscientes de la urgencia del cambio climático y de la necesidad de responder a las cuestiones emergentes con la mayor flexibilidad posible, por lo que buscábamos trabajar juntos de una forma menos transaccional y menos jerárquica≫, explica Juan Azcárate, Subdirector de Energía y Cambio Climático del Ayuntamiento de Madrid, como representante del propietario del desafío del proyecto piloto.

≪Acordar un propósito y un enfoque comunes también ha sido súper importante≫, señala Sara Romero, uno de los 15 miembros del equipo del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid, itdUPM.

Un enfoque compartido no sólo maximiza la eficiencia y la eficacia, explica Romero, sino que también ayuda a los socios del proyecto a construir una cultura de confianza mutua, un producto vital pero poco común entre organizaciones que provienen de diferentes sectores y están acostumbrados a diferentes culturas operativas. Por último, en cuanto al enfoque, el grupo acordó adoptar el mismo conjunto de herramientas y metodologías, ya sea para diagnosticar las cuestiones en juego, identificar las principales palancas de cambio (y los puntos de inercia), diseñar intervenciones estratégicas o tener en cuenta la retroalimentación en el diseño evolutivo del proyecto. En este caso, su reacción instintiva fue abandonar el enfoque incremental, paso a paso, que tipifica tantas acciones actuales sobre el cambio climático. En cambio, tomaron una ruta menos transitada: trabajar en múltiples frentes al mismo tiempo y dentro del mismo ecosistema (es decir, su ciudad natal, Madrid). El planteamiento: el cambio a gran escala requiere un cambio a lo grande, no retoques cosméticos.

Un “enfoque integral” de la innovación sistémica

Lo que el grupo había intuido, EIT Climate-KIC ya lo había trabajado duramente para sistematizarlo en un nuevo modelo de innovación. Este modelo de ” innovación sistémica” utiliza un “enfoque integral”, es decir, ayuda a diseñar, construir y gestionar portfolios dirigidos por una misión de intervenciones conectadas y simultáneas, con el objetivo de cambiar sistemas enteros más rápidamente. Es este modelo, y sus instrumentos, el que proporciona el enfoque para el proyecto de Ciudades Saludables y Limpias, y para los otros siete proyectos de Deep Demonstrations de EIT Climate-KIC, que abarcan el territorio y los paisajes como sumideros de carbono, los sistemas alimentarios y las dietas, los centros marítimos y zonas portuarias, la transición justa, la resiliencia en regiones vulnerables, el largo plazo y la economía circular como nuevo modelo económico.

≪Unirnos al Deep Demonstrations nos ha ayudado a aportar mayor rigor a nuestra forma de trabajar y ha situado el concepto de innovación sistémica en el epicentro de lo que intentamos conseguir≫ señala Romero del itdUPM.

La CEO de EIT Climate-KIC, Kirsten Dunlop, se ha mostrado entusiasmada por tener a bordo esta inusual alianza. Al respecto, ha señalado que ≪los Deep Demonstrations están pensados como ejemplos inspiradores de lo que se puede hacer cuando la innovación es coordinada, colaborativa y dirigida hacia una meta. Trabajar a partir de los cambios que queremos ver en el mundo es una forma de enfocar el cambio sistémico≫.

Experimentación orientada a la acción: Aprender haciendo

Puede parecer obvio decir necesitamos colaborar romper los límites si queremos abrir nuevos caminos y dejar atrás lo que hemos hecho siempre. Pero este modelo de innovación más “horizontal” no es sólo una cuestión de gobernanza organizativa: también implica un modo radicalmente diferente de trabajar y aprender juntos.

¿Qué han aprendido hasta ahora los socios de EIT Climate-KIC sobre la cooperación intersectorial? En primer lugar, que la flexibilidad y la capacidad de respuesta lo son todo. Que todos empiecen en la mismo punto no significa que las situaciones no cambien. Por eso, el aprendizaje se produce a medida que el proyecto evoluciona, y esto debería conducir a ajustes y cambios.

Cecilia López, una estratega de desarrollo del equipo de la itdUPM, admite que trabajar con tal incertidumbre puede resultar agotador. Esto no es ninguna sorpresa. Como la mayoría de las organizaciones, los socios del proyecto están acostumbrados a operar en línea con una estrategia predeterminada: Objetivos firmemente establecidos, responsabilidades divididas, recursos debidamente asignados… y así el monstruo empieza a resoplar.

Esta falta de flexibilidad no se adapta al problema de la emergencia climática de hoy, afirma. Para ello, los responsables de la toma de decisiones necesitan margen para aprender de la experiencia y libertad para cambiar de rumbo si es necesario.

≪Las empresas y los organismos gubernamentales no están organizados para trabajar de esa manera, pero esto es precisamente lo que necesita la innovación sistémica≫ ha añadido.

Este enfoque no está exento de tensiones. La confianza en los socios ayuda a compensar esto en cierta medida, argumenta López. Más importante aún es tener una gran dosis de humildad. La complejidad de los sistemas abordados por los proyectos de Deep Demonstrations desafían las soluciones simples. Una vez que la gente lo acepta, afirma, moverse en este terreno se vuelve más manejable:

≪Es perfectamente posible tener muy claro a dónde se debe llegar, pero no se puede estar cien por cien seguro de tener las mejores soluciones para llegar allí. Aceptar esta realidad ayuda a lidiar con el estrés que conlleva el no saber≫.

Programando la provocación:  los amigos críticos

Con el constante aprendizaje y la capacidad de respuesta, elemento clave de los Deep Demonstrations, el diagnóstico y la supervisión rigurosa se vuelven fundamentales en este modelo. Con este fin, el equipo coordinador del proyecto de la Universidad Politécnica de Madrid se reúne todos los viernes para reflexionar sobre los progresos actuales y ajustar su enfoque según sea necesario. De manera similar, uno de los tres grupos de trabajo en los que se dividen los socios del Deep Demonstration se denomina “Grupo de Contraste”, que el equipo de la itdUPM traduce (libremente) como ” The Provocateurs “. Su tarea, como dice Sara Romero, es “sondear y cuestionar” las decisiones de los otros dos grupos de trabajo, que se centran en la ejecución y evaluación de proyectos, respectivamente.

La participación de los ciudadanos es fundamental para lograr resultados

Por último, pero no menos importante, es la importancia de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones. El Ayuntamiento de Madrid ya intenta conseguirlo en cierta medida; un pequeño porcentaje del presupuesto municipal, por ejemplo, se decide por votación pública. Sin embargo, como admite Juan Azcárate, Subdirector General de energía y Cambio Climático, las oportunidades de los ciudadanos de participar en el diseño y la ejecución de las políticas vinculadas a la ciudad -su ciudad- siguen siendo limitadas.

Al equipo no le faltan ideas sobre cómo corregir esto. Enmarcar el cambio climático de una manera que no sólo sea fácilmente comprensible sino atractiva para los residentes es un primer paso obvio. Del mismo modo, también es imperativo encontrar los medios apropiados para involucrar a los ciudadanos, celebrando reuniones en el propio entorno (en lugar de en entornos más formales), por ejemplo, o a través de los medios de comunicación social.

Los ciudadanos quieren ver resultados claros de su participación, añade Azcárate. En la forma normal de trabajar, puede fácilmente llevar 18 meses para que un proyecto llegue a buen puerto después de la consulta inicial. Eso es demasiado lento, reconoce: ≪Para mantener el impulso, es vital mostrar resultados rápidamente y hacer esta [descarbonización] una realidad≫.

Las decisiones de hoy, el futuro de mañana

De vuelta al centro cultural de Matadero, convertir en realidad las aspiraciones de bajas emisiones de carbono de Madrid es precisamente lo que la artista-arquitecto Andrea Azuqueca busca. Incluso antes de haber decidido el tema o el lugar de su exposición, se ocupa de organizar un debate público que coincide con la noche de la inauguración. En cuanto a los socios del Deep Demonstration, están llegando a su culminación los debates de la fase inicial sobre qué actividades se incluirán precisamente en el porfolio del piloto. Mientras que los detalles exactos esperan confirmación, hay consenso en que las intervenciones individuales deben vincularse directamente al plan climático recientemente acordado por el Ayuntamiento de la ciudad.

≪Lo que me mantiene motivada es la idea de que las historias ficticias que nos contamos hoy pueden hacerse realidad en el futuro≫, dice Azuqueca, ≪pero todo eso depende, por supuesto, de las decisiones que tomemos hoy≫.