La Comisión Europea publica una taxonomía de las finanzas sostenibles

News 22 Abr 2021

La Comisión Europea ha publicado su sistema de clasificación de actividades económicas ambientalmente sostenibles en toda la UE.

La taxonomía sentará las bases de todas las demás medidas sobre finanzas sostenibles y ayudará a definir lo que puede etiquetarse como inversión sostenible en la UE. Una taxonomía unificada contribuirá a impulsar las inversiones respetuosas con el clima y permitirá a los inversores, incluidos los particulares, invertir su dinero de acuerdo con sus prioridades en materia de sostenibilidad. Una taxonomía sólida y basada en pruebas también permitirá determinar qué inversiones, como los préstamos, las acciones y los bonos, son realmente sostenibles desde el punto de vista medioambiental y limitará el riesgo de greennwashing.

Mientras que la Comisión Europea -con el apoyo del Grupo de Expertos Técnicos en Finanzas Sostenibles (TEG) y posteriormente de la Plataforma de Finanzas Sostenibles- logró un enfoque científico y basado en pruebas para algunos criterios económicos, la propuesta final de Acto Delegado va en contra de las recomendaciones basadas en la ciencia del TEG para las actividades relacionadas con la bioenergía y la silvicultura, y los críticos argumentan que los Estados miembros con altas emisiones de carbono tienen demasiada influencia.

«El resultado de la silvicultura y la bioenergía es decepcionante, después de un esfuerzo concertado y unas recomendaciones más ambiciosas de diversos expertos para seguir un mandato exhaustivo basado en pruebas científicas», afirmó Sandrine Dixson-Declève, copresidenta del Club de Roma y miembro del Consejo Asesor de Climate KIC y de la Plataforma sobre Finanzas Sostenibles.

La Comisión Europea ha anunciado un acuerdo provisional entre los colegisladores sobre la nueva Ley Europea del Clima, que convierte los objetivos del Pacto Verde en obligaciones legales. Como uno de los elementos clave del Pacto Verde Europeo, la ley consagra el compromiso de la UE de alcanzar la neutralidad climática para 2050, con el objetivo intermedio de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.

La transición a una economía neutra desde el punto de vista climático para 2050 requerirá herramientas y orientaciones claras que reflejen las pruebas científicas, así como la experiencia del mercado, con el fin de dar confianza a las empresas y a los inversores, contribuyendo al crecimiento de los sectores con bajas emisiones de carbono y a la descarbonización de los de altas emisiones.

«Recomendamos encarecidamente que, en este momento, la Comisión Europea demuestre su liderazgo y garantice que el acto delegado defina una taxonomía coherente, creíble, impactante y utilizable para la inversión sostenible», ha declarado Kirsten Dunlop, CEO de Climate KIC.

«Para alcanzar los objetivos de reducción del 55% de la UE, es fundamental que veamos flujos financieros hacia las áreas verdes y un cambio hacia la financiación sostenible a largo plazo».