¿Por qué nuestras ciudades deben actuar como modelo de una acción climática más ambiciosa?

Las ciudades son un actor fundamental en la acción eficaz contra el cambio climático, y muchas de ellas ya están avanzando donde otras se están quedando rezagadas.

¿Son las ciudades parte de la causa o de la solución a la emergencia climática mundial? Este parece ser el dilema en el que nos encontramos ahora y es una cuestión que preocupa y a la vez inspira tanto a los urbanistas como a los alcaldes.

Por una parte, las ciudades son grandes responsables del cambio climático, causantes de alrededor del 70% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, también son están en primera línea de los efectos de las inundaciones, el calor extremo y la sequía.

Investigaciones realizadas por científicos del Laboratorio Crowther han pronosticado que el 77% de las ciudades del mundo experimentarán un cambio drástico en las condiciones climáticas en los próximos 30 años.

Para nosotros, la respuesta más eficaz comienza por ayudar a las ciudades a asumir ese papel esencial que desempeñan. Las ciudades son un actor fundamental en la acción eficaz contra el cambio climático, y muchas de ellas ya están avanzando donde otras se están quedando rezagadas.

Espacios de ingenio

Hay ciudades que están demostrando ser grandes referentes de ingenio y de innovación a la hora de abordar los retos climáticos. Sus sistemas de intersección, las concentraciones de pensamiento progresivo y la cruda realidad sobre el posible futuro al que nos enfrentamos en las áreas urbanas, hacen que las ciudades puedan avanzar más rápido que otras partes del mundo.

Podríamos decir que los líderes y los alcaldes de las ciudades están asumiendo un papel más importante  y con más impacto que los gobiernos nacionales en su empeño por lograr una acción climática eficaz.

Los alcaldes de las ciudades han estado estableciendo objetivos ambiciosos para la eliminación gradual de todas las emisiones y buscando activamente formas de alcanzar la descarbonización más rápidamente que sus líderes a nivel estatal. En este mismo mes, los alcaldes de Londres y Birmingham, las dos ciudades más grandes del Reino Unido, han instado al gobierno central a delegar más responsabilidad en las cuestiones medioambientales locales.

Sin embargo, los últimos 20 años han demostrado que las ciudades necesitan más ayuda para asumir plenamente el papel de liderazgo que deben desempeñar. Aunque hemos reunido una gran variedad de herramientas, recursos y experiencias, todavía tenemos que proporcionar a las ciudades el tipo de apoyo necesario para experimentar, aprender y tomar medidas más contundentes para abordar este grave problema mundial.

En Milán, EIT Climate-KIC y sus socios están trabajando en un experimento para demostrar cómo una ciudad puede lograr la resiliencia climática a través de una estrategia de 10 años basada en la innovación y el aprendizaje. Milán tiene un catálogo de iniciativas en proceso de implementación. Sin embargo, estas iniciativas no se ajustan a la magnitud de la acción necesaria.

Juntos, estamos construyendo una nueva estrategia, que incluye encontrar la manera de plantar tres millones de árboles en toda la ciudad, usar tecnologías emergentes para combatir los efectos de las islas de calor urbano y el lanzamiento de un fondo de 500 millones de euros para varios proyectos climáticos, incluyendo la remodelación de 17.000 edificios para hacerlos más sostenibles.

También se está construyendo una nueva urbanización de viviendas accesibles en Milán, en la que la reducción de residuos, el ahorro de carbono y el uso de energías renovables ocupan un lugar central. También se ha aprovechado la participación de los residentes para aumentar la movilidad urbana y reducir el uso del automóvil. 

Con tan poco margen de tiempo para actuar en la crisis climática, los alcaldes ya no pueden depender de los enfoques tradicionales. Y los largo tiempos administrativos, la toma de decisiones de arriba a abajo, los largos procesos de contratación pública o los modelos de financiación tradicionales no lo va a recortar. 

En cambio, los líderes de la ciudad están buscando fórmulas más rápidas y potencialmente más transformadoras.

Los modelos de participación ciudadana, las nuevas formas de empoderamiento y de toma de decisiones, los múltiples tipos de acción que tienen lugar simultáneamente -a través de las políticas, las finanzas, la regulación y la tecnología- pueden conducir a una transformación exitosa a escala de la ciudad, donde los estados han fracasado.

Por eso, por primera vez, EIT Climate-KIC hace un llamamiento a las ciudades de todo el mundo para que se comprometan con la acción climática a través de los premios Climathon Global Awards.

Estos premios reconocerán a los líderes de la innovación y el ingenio climáticos en las ciudades. Las ciudades ganadoras recibirán financiación inicial, entrenamiento rápido y apoyo de expertos globales en sus campos, así como una oportunidad para conectarse e intercambiar con la red de Deep Demonstrations de Ciudades Limpias y Saludables de EIT Climate-KIC.

Adoptar un enfoque sistémico, trabajar para romper silos y límites, involucrar a la gente desde abajo o aprender de actores inusuales. Éstas son sólo algunas de las formas en que podemos apoyar a las ciudades para que estén a la altura del desafío que plantea el cambio climático.

Sólo trabajando juntos, como movimiento, las ciudades pueden construir sobre el progreso existente y crear las condiciones para la transformación y la resiliencia climática.